Piotr Ilich Tchaikovski y el “Lago de los Cisnes”
- Sandra Ocampo
- 3 jun 2015
- 2 Min. de lectura
Seguramente has escuchado del lago de los cisnes varias veces y más últimamente con la pasada presentación de la Compañía Nacional de Danza en el lago de Chapultepec o del Ballet Bolshoi en 3D en el Auditorio Nacional.
Tchaikovski, músico ruso nacido en el año de 1840, está detrás de la música de esta puesta en escena, sin duda, una de las más famosas en el mundo del ballet. En sus incios no se le veía un futuro como tal, pues en el día de su estreno, en el año de 1877, fue un rotundo fracaso, años más tarde, en 1895, se cambió la coreografía y se convirtió en el éxito que hoy todos conocemos.
El músico escribió una versión propia con su hermano mayor Modeste y un compositor llamado Migorsky, en donde el cisne blanco y el cisne negro eran interpretados por dos bailarinas diferentes. Mientras que la que escribió con Vladimir Petrovich Begichev, director de los teatros imperiales de Moscú, el cisne negro y blanco eran interpretados por la misma bailarina. La tradición dictaba que primero se debía crear la coreografía y después sobre la misma debía de trabajar el compositor, no obstante, en la primera coreografía, hecha por Julius Reisinger, Tchaikovski hizo primero la música para que después se creara la coreografía. Con el trabajo de escenografía tampoco hubo un trabajo en equipo, pues se tomaron elementos de otras producciones y trabajaron tres personas diferentes dando como resultado malas críticas en el público.
Años más tarde, la obra fue comprada por el Teatro Maryinsky, donde el coreógrafo Marius Petipa acertó diciendo que la música no era lo que estaba mal, si no la producción del ballet. Finalmente, Lev Ivanov, ayudante de Petipa, se encargó de la coreografía del segundo acto, para que después del éxito obtenido, ambos trabajaran juntos realizando toda la coreografía, siendo la que se conoce hoy en día.
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