Soumission Reseña
- Hugo Cobián Gallardo
- 3 jun 2015
- 2 Min. de lectura
El escritor francés Michel Houellebecq desata nuevamente la polémica en todo el mundo, especialmente en en su país natal gracias a su nueva novela: Soumission (Sumisión). Desde su anuncio la novela estuvo rodeada de gran expectación y un fuerte conflicto. El 7 de Enero de 2015, Yihadistas atacaron las oficinas de Charlie Hebdo, semanario satírico francés, y el saldo del tiroteo fue de doce muertos y once heridos; el día del ataque, la novela de Houellebecq era portada.
Soumission es una obra de ficción ubicada en Francia en el año 2022; la nación francesa se encuentra al borde de una guerra civil y se convoca a elecciones de las cuales sale ganador Mohammed Ben Abbes, candidato del imaginario partido político: Fraternidad Musulmana, con lo cual Francia tiene por primera vez un régimen islámico en el poder. Houellebecq imagina y dibuja una Francia en la cual las personas se encuentra sumergida en una democracia agonizante, con ciudadanos a los que la política no les interesa y viven sumidos en actividades banales tales como mirar reality shows, glorificar estrellas de cine, deportistas y modelos.
En esta ambientación, François, profesor universitario y experto en Huysmans es el encargado de narrar la historia. Al final de su vida, François se convierte al catolicismo y por diversas situaciones se aleja un tiempo de Francia, a su regreso y ya con las elecciones decididas, el profesor encuentra una nación transmutada política y religiosamente. La Soborna, reconocida universidad francesa es ahora una institución islámica que es financiada por ricos de los Emiratos Árabes, un rector casado con tres mujeres y profesores “obligados” a renunciar por negar su conversión al islamismo. La ley islámica no ha sido aplicada totalmente, sin embargo la minifalda y el escote han sido prohibidos, así cómo se incita a las mujeres a renunciar a sus trabajos a cambio de cuantiosas sumas de dinero. Turquía, Argelia y Marruecos pasan a ser miembros de la Unión Europea.
Con arrogancia, egocentrismo, lenguaje fuerte y burlon, tanto que se podría considerar un escrito islamofobico. Así como un personaje (retrato del autor) que se sumerge en el alcohol, la depresión, el odio generalizado hacia lo sociedad; Houellebecq escribe una novela digna de mención, principalmente por un panorama que sin ser seguro, es plausible en los próximos años en Francia.
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