La batalla tecnológica ha comenzado
- Tania Margarita Pérez González
- 23 jun 2015
- 6 Min. de lectura

Foto de: Northrop Grumman Corporation
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Buena parte de los más actuales desarrollos tecnológicos se han destacado en distintas áreas, una de ellas, y de las más importantes es la industria belicista. Hoy en día, opera de una manera muy novedosa en donde aquellas mesas circulares, rodeadas de soldados son cosa del pasado; pues ahora la propuesta que emplean las milicias más modernas -como la inglesa- ya venden sus propias touchtables (mesas táctiles) con el objetivo de facilitar mayor información en cuanto al movimiento de sus tropas como las del enemigo.
Debe aclararse que Inglaterra es uno de los países con mayor desarrollo tecnológico, sin embargo sus tropas no están a la cabeza, E.U.A y Rusia aún mantienen esta disputa armamentista a pesar de que las políticas internacionales que tienen que ver con este tema se hayan modificado. Ejemplos del desarrollo que los estadounidenses han logrado en este campo, se observan claramente en la creación de “Drones”, la milicia pretende que en unos 20 años, la mitad de sus fuerzas estén completamente compuestos por esos aparatos voladores no tripulados. Otro ejemplo es el brindado por un informe que divulgó el periódico británcio The Guardian y presentó Royal Society (Academia de Ciencias Sociales del Reino Unido), en el que se mencionó que con el rápido avance de la neurociencia, las fuerzas armadas de este país, en un futuro, podrían adoptar dispositivos en sus mentes para manejar armas. Para lograrlo los soldados tendrían que someterse a escáneres cerebrales durante el tiempo que estén como reclusos, además de tomar cursos de estimulación neuronal, es decir, por medio de técnicas de estimulación e imágenes cerebrales podrían desarrollar su aprendizaje. Así se elegiría a los que tengan mejores capacidades para cualquier tarea que se les indique.
Dicho documento señala que este proyecto tiene dos objetivos primordiales, el primero es el mejoramiento de sus tropas y el segundo es la disminución de las fuerzas a sus enemigos. Se propone que mientras una persona se destaca en la captura de sus objetivos, otro tendría la capacidad de tomar decisiones en momentos críticos y bajo presión. En el reporte se menciona: “debido a que el cerebro humano puede procesar imágenes -como los objetivos- mucho más rápido de lo que el individuo puede tener conciencia, un arma conectada a un sistema de interfaz neural podría ofrecer ventajas significativas, en términos de rapidez y precisión, sobre otros métodos de control de sistemas”.[1] Científicos afirman que con el rápido progreso que tiene el cerebro y la manipulación de las respuestas, se podría cambiar la forma de ver la guerra porque creen que en un futuro alcanzarían a emplear este método en los soldados durante su reclutamiento.En este informe se mencionó algunos de los problemas tanto legales como éticos que pudiese llegar a presentar este proyecto.
El hecho es que la neurociencia tiene un potencial enorme, el presidente del grupo de trabajo del informe, RodFlower, afirmó que “la neurociencia tendría un mayor impacto en el futuro”, ya que la gente puede ver una gran cantidad de posibilidades en ella, pero hasta el momento muy pocos se han abierto camino a través de su uso efectivo.[2] Para que se mejore la actividad de los soldados, el informe que publicó la sociedad científica señaló que los avances en tecnologías podrían permitir que las máquinas, como los aviones no tripulados, sean controladas directamente con el cerebro humano. Además, a través de la neurociencia se podrían llegar a crear medicamentos que mejoren el estado de alerta y la memoria del personal militar.
Sin duda el poder sigue imperando en las estrategias y armas que deben usarse, es por ello que la milicia Americana, requiere invertir una buena cantidad de millones de dólares, para contar con todo el material armamentístico de vanguardia y a pesar de las limitantes económicas que impuso en este año el Pentágono sólo se pudo disponer de un presupuesto de 11, 500 millones de dólares para diversas tecnologías[3].
En la guerra siempre existe un factor determinante, y es que suele ganar el que posee las armas más avanzadas. En la actualidad, inmersos en una revolución tecnológica sin precedentes, se están desarrollando nuevos y brutales dispositivos para tratar de lograr esa superioridad en el campo de batalla que todas las naciones quieren.
Existen las llamadas armas no letales, una de los inventos más atractivos de este rubro se trabajó en el Pentágono, está nueva tecnología es conocida como “arma blanda”, porque no mata. El hielo plástico o hielo artificial es su modalidad, que por medio de una sustancia que se asemeja al plástico puede reproducir las propiedades del hielo sobre el pavimento, con el objetivo de reducir la capacidad de movimiento del rival mientras que las tropas estadounidenses se desplazan sin problemas sobre él, “Se trata de utilizarlo en ambientes cálidos y áridos como Irak y Afganistán”[4], según se explica en el portal de Internet de la Agencia de Defensa de Proyectos de Investigación Avanzados del Departamento de Defensa (DARPA).
Otro dispositivo es un rayo que causa a los enemigos la sensación de que sus ropas van a quemarse. Va montado sobre un vehículo y se compone de una antena que “emite un haz de ondas electromagnéticas que emiten una sensación intolerable de calor en la piel del adversario, empujándolo a retroceder, sin provocar heridas”, según narran funcionarios del Programa de Armas No Letales del Departamento de Defensa.
Por último se ha desarrollado un Dispositivo Acústico de Largo Alcance (LRAD), el cual combina comandos de voz en 25 idiomas con tonos de alerta y sirenas capaces de torturar y destruir el oído humano. Es efectivo en un radio superior a los 500 metros. El LRAD emite una onda acústica de 150 decibelios, cuando con sólo 90 se pueden causar daños en los tímpanos.
Otra forma de guerra que en la actualidad se ejecuta es con armas químicas, las cuales se basan en las propiedades tóxicas de determinadas sustancias químicas capaces de alterar la fisiología de los seres vivos, causando graves daños o incluso la muerte. Dichas armas pueden clasificarse, primero, según la intensidad de su acción: en incapacitantes, las cuales no producen la muerte del afectado, únicamente le incapacitan de forma temporal o permanente, y en letales produciendo la muerte del afectado, rápida o prolongadamente, convirtiéndose en una lenta agonía. Y el segundo, según el tipo de efectos que producen. Se subdivide en agentes neurotóxicos o gases nerviosos, interfieren con el sistema nervioso central, actuando principalmente y de forma irreversible sobre los neurotransmisores que regulan los impulsos nerviosos; agentes asfixiantes, los cuales causan daño a los pulmones; agentes sanguíneos, estos causan daño a través de interferencias en la respiración celular, esto es, en el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre la sangre y los tejidos; así, hacen que los tejidos dejen de funcionar al privarlos de oxígeno; agentes vesicantes, causan ampollas en la piel; agentes paralizantes o psicotóxicos, sustancias que ocasionan incapacidad motora, mediante efectos sedantes y de confusión mental; agentes lacrimógenos, apuntan a obstruir la capacidad visual de la víctima. La exposición se da por contacto gas-ojo o por inhalación, y la acción es siempre es inmediata.[5]
El Sarín, líquido incoloro e inodoro, es considerado un agente nervioso, siendo este grupo el más tóxicos y de acción más rápida y el sarín es la arma química más recientemente usada (Guerra civil siria)[6]. Todos los agentes nerviosos causan sus efectos tóxicos al evitar el funcionamiento adecuado de la sustancia química que actúa como interruptor de desconexión del cuerpo para glándulas y músculos. Sin este interruptor, las glándulas y músculos son constantemente estimulados. Pueden cansarse y ya no poder sostener la función respiratoria. Cuando el sarín es liberado, se extiende en el aire con rapidez, representando una gran amenaza inmediata pero de corta duración. La exposición a grandes dosis de sarín por cualquier vía ocasiona los siguientes efectos perjudiciales para la salud: pérdida de conciencia, convulsiones, parálisis, insuficiencia respiratoria, que podría causar la muerte.
La naturaleza e imprevisibilidad indiscriminada, junto con los efectos a veces horripilantes, convierten a estas armas en eficaces armas del miedo.[7]
[1] Retomado de http://www.taringa.net/posts/noticias/13939160/Soldados-del-futuro-podran-manejar-armas-con-la-mente.html?utm_source=taringa&utm_medium=recommendations&utm_campaign=post-recommendations el día 18 de junio de 2015.
[2] Retomada de https://abidudus.wordpress.com/2012/02/15/proyecto-para-controlar-la-mente-de-los-soldados-soldados-del-futuro-podran-manejar-armas-con-la-mente/ el día 18 de junio 2015
[3] Retomado de http://www.huffingtonpost.es/2014/04/20/armas-del-futuro_n_5142498.html el día 16 de junio de 2015
Retomado de http://tecnoyciencia.com/2012/nuevas-armas-el-futuro-de-la-guerra el día 17 de junio de 2015.
[5] Retomado de: http://www.muyinteresante.es/ciencia/preguntas-respuestas/ique-son-las-armas-biologicas el día 17 de junio del 2015
[6] http://www.eluniversal.com.mx/sociedad/2014/-enterate-agentes-quimicos-armas-letales-1024445.html el día 17 de junio del 2015
[7] Dina Esfandiary periodista en 'The National Interest'.
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